Los sensores son, figurativamente, los ojos y oídos de nuestro sistema de control. Para cualquier variable que deseemos controlar (presión, temperatura, etc.), primeramente será necesario contar con una noción de “la cantidad” que se tiene de tal magnitud, y esto únicamente es posible al incluir sensores analógicos a nuestro sistema. La misma situación se plasma en el caso de que el objetivo no sea medir una variable física, sino más bien, detectar un determinado objeto en un proceso, que es para lo que se utilizan los sensores discretos.
Inductivos
Dentro de los sensores de proximidad de no contacto más utilizados tenemos los inductivos, estos generan un campo electromagnético; este método de funcionamiento los hace ideales para detección de partes metálicas. La detección de la parte se da cuando esta entra al campo y se detecta la perdida de corrientes parásitas.
7 pasos para elegir adecuadamente el tipo de sensor para mi aplicación
Actualmente la mayoría de procesos industriales se encuentran automatizados, por ende, existen diferentes tipos de sensores, los cuales, cumplen la función de retroalimentar al controlador sobre el estado actual del proceso, básicamente son los ojos de la máquina.
Su principio de funcionamiento está basado en cambios de intensidad en la luz lo que permite distancias de sensado de hasta 160 metros. Ideales para aplicaciones de presencia-ausencia de objetos en zonas de trabajo libre de polvo, la contaminación en el lente puede obstruir el paso del haz de luz, afectando la funcionalidad de dispositivo.