El objetivo primordial de la VMA en pacientes críticos es mantener el intercambio gaseoso mientras se evitan complicaciones como la lesión pulmonar inducida por el ventilador mecánico (VILI). La estrategia más aceptada y avalada por evidencia científica como resultado de varios estudios de la ARDS Network se basa en el empleo de volumen corriente bajo (5-8 cc/kg de PCI) para disminuir el riesgo de sobredistención pulmonar, y PEEP altos optimizados para evitar el colapso alveolar, garantizando bajas presiones en la vía aérea.
